El fin del mundo no llegará este 21 de diciembre, por más pronósticos que puedan elucubrarse a partir del calendario maya. El fin del mundo no tiene una fecha tan precisa. El fin del mundo llegará a través de una agonía larga y lenta, que desde hace unos años hemos empezado a conocer bajo el nombre de cambio climático. Y lo peor de todo es que los seres humanos sabemos que la guadaña se cierne sobre nuestras cabezas sin embargo muy poco o nada hacemos al respecto. El claro ejemplo de ello es la reciente conferencia anual de las Naciones Unidas sobre cambio climático, conocida como “COP 18”, que se realizó en la ciudad de Doha, paradójicamente, la capital del millonario emirato petrolero de Qatar.