01 noviembre, 2010

¿OLMOS igual a INCEPTION?: Un sueño que solamente beneficia a pocos...

¿Alguna vez has tenido un sueño que cultivaste y anhelaste durante muchos años? Y qué bueno sería  que ese buen sueño no fuera solamente tuyo sino que muchas personas de tu entorno también lo compartieran. Pero ¿qué pasaría si de pronto se presenta la posibilidad que ese sueño se convierta en realidad, pero oh sorpresa, el sueño ya no te beneficiaría, ni tampoco a tu entorno, sino a unas pocas personas?

No es el guión para una secuela de Inception con sueños que se convierten en pesadillas. O pensándolo bien quizá sí lo sea. Un sueño que empezó como tal y luego de un tiempo "algunos" inocularon otros deseos y motivaciones a ese sueño, cambiándolo drásticamente pero sin que los "soñadores" se dieran cuenta de ese cambio. Hey, sí. Igual que Inception. Disculpen si me alargué con esta alegoría cinematográfica sin explicar a qué me estoy refiriendo: nada menos que al proyecto Olmos, el viejo anhelo lambayecano.

Para los que desconocen el proyecto Olmos, esta información es fundamental. En resumen estamos hablando de una mega-construcción de niveles faraónicos. Un tunel trasandino de varios kilómetros, una represa, canales, una hidroelétrica, en fin. No vamos a detenernos en discutir el modelo de desarrollo implícito en la construcción de estos proyectos hidroenergéticos. Las preguntas: ¿Vale la pena tanta inversión? ¿Trae un verdadero desarrollo a las grandes mayorías?, las dejamos para otro día y nos concentramos en lo que ya está por venir: la subasta de las tierras de Olmos.

En el papel (como siempre el papel aguanta todo) y según su origen histórico (el bendito Origen como en Inception), el proyecto Olmos permitiría la irrigación de miles de hectáreas de tierras eriazas, con el objetivo de beneficiar a la mediana y pequeña agricultura lambayecana. El proyecto se paralizó durante décadas y ahora que se ha retomado, oh sorpresa (ni tanta) la subasta de tierras que realiza el Gobierno Regional de Lambayeque establece requisitos excluyentes y exclusivos, donde la pequeña y mediana agricultura no han sido invitados a la fiesta y no recibirán ni siquiera una migaja del pastel. Adivinaron: la subasta favorece a las grandes empresas. Esto obviamente no es una sorpresa, conociendo los sistemáticos ataques contra las comunidades campesinas y la pequeña agricultura por parte del gobierno de García en los últimos años, proclamadas en su infame artículo "El Síndrome del Perro del Hortelano".

Saquen la calculadora y hagamos cuentas. Cada hectárea está valorizada en 4 mil 250 dólares, es decir (al cambio: 2.80) 11 mil 900 soles. Pero, oh sopresa nuevamente, la subasta de tierras no será de manera individual sino por lotes de mil hectáreas en la mayor parte de casos. Así como leyeron: ¡Mil hectáreas!. Es decir cada lote será subastado en aproximadamente 12 millones de soles. Un precio que margina a TODOS los pequeños y medianos agricultores.

Cuando hace unos días llegó a la cabina del programa radial que conduzco - Tierra Fecunda-,  el arquitecto Luis Marquina Odar, Presidente del Comité de Defensa del Proyecto Olmos, una de las primeras preguntas que le hice fue por su edad y desde cuándo había escuchado hablar de Olmos. Solamente los lambayecanos conocen el vínculo y sentimiento que han forjado en los últimos años hacia un Proyecto que se convirtió en un sueño y en un paradigma de desarrollo. Pero, ¿el desarrollo de quienes?. O mejor dicho: ¿el sueño de Olmos a quien pertenece ahora? Un sueño que empezó siendo de muchos y que ahora es de otros.

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Escucha la entrevista al arquitecto Luis Marquina Odar, Presidente del Comité de Defensa del Proyecto Olmos y al ingeniero agrónomo Armando Orozco Quiñones, ex decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque.




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