18 septiembre, 2013

The Newsroom: la relación del periodismo frente al Twitter



Will McAvoy: Una mujer dice que la desprecié en un restaurante. ¿Cuántos seguidores tiene?

 Mackenzie McHale: Eso no importa. Ya deberías haber aprendido que la gente con poco estatus va a intentar ganar notoriedad a tu costa. 


En este simple diálogo se resume la posición de The Newsroom, serie televisiva norteamericana, frente al creciente poder que actualmente ostentan las redes sociales en el mundo. Uno posición que podríamos llamar tradicional. El eje temático del capítulo quinto de la segunda temporada, se centra en los desafíos que enfrentan los periodistas para salvaguardar la rigurosidad de su labor frente a las tentaciones de las redes sociales. ¿Cómo deben enfrentar los periodistas la actual exigencia de inmediatez de la comunicación? ¿Cómo proteger la rigurosidad sobre lo que se informa? ¿Cómo manejar la relación con las audiencias, que está cada vez más empoderada, gracias al poder de las redes sociales?

 En el capítulo en mención, Will McAvoy (interpretado por Jeff Daniels), un exitoso presentador de noticias, enfrenta el dilema de responder o no las acusaciones de una televidente acerca de un presunto maltrato en un restaurante. El personaje siente el temor de que un simple tuit pueda ser retuiteado masivamente y convertirse en viral, llegando a afectar su imagen ante la audiencia. 

Varios famosos periodistas, ya en la vida real, han tomado decisiones diversas ante casos parecidos. Algunos no han respondido, guardando un silencio impertérrito. Otros han preferido contestar o defenderse belicosamente, mientras que otros mueven el mouse de manera relampagueante hacia el botón “block and report spam”. Muchas famosos periodistas en Twitter ceden a la tentación de bloquear, no solamente a los que insultan, sino también a los que se “atreven” a criticar sus argumentos u opiniones. Esto, obviamente, demuestra intolerancia y poca capacidad de enfrentar las críticas. 

En The Newsroom, el personaje de la productora del programa, Mackenzie McHale, asume una posición dura y tradicional: los tuits de ese tipo ─muchos escritos por los conocidos trolls─, son un pasivo con el cual los medios de comunicación deben vivir y que no deben marcar o cambiar la manera en que los periodistas ejercen su profesión. Por lo menos refiriéndose principalmente a los periodistas de televisión. McHale califica a las personas que realizan este tipo de críticas como “gente con poco estatus que va a intentar ganar notoriedad”, una declaración que peca de generalización, de soberbia y de cierta intolerancia. Ni todos los que critican son trolls, ni todas las críticas pretenden ganar notoriedad a costa de los “famosos”. Y ni hablar del tema del estatus, que francamente es elitista. Lo cual nos lleva a especular si este diálogo de un personaje de ficción será similar a la forma de pensar, ya en la vida real, de muchos periodistas o productores de los canales de televisión, el medio masivo por excelencia y con mayor poder e influencia. 

 El tema de fondo es la forma en que se deben relacionar los periodistas en estos tiempos digitales y de redes sociales. La vanidad de Will McAvoy lo insta a responder y disculparse, con el fin de cuidar su imagen y no ser víctima de un bullying en las redes sociales, tan frecuente en estos últimos años. La figura de David venciendo a Goliath es una tentación muy grande para miles de personas que les gusta ver y participar en la caída de una persona famosa y poderosa, y siempre están dispuestos a sumarse al “apanado” mediático. 

Sin embargo, el elitismo intelectual de McAvoy lo conmina a no “rebajarse” a responder a un tuitero desconocido que solamente quiere notoriedad, lo cual es refrendado por su productora. Responder significaría reconocer la importancia del poder de las redes sociales frente al enclaustramiento en el que muchas veces se hace periodismo. Enclaustramiento que acabó con la hegemonía del internet y que se reafirmó con la aparición de las redes sociales. Durante décadas la interactividad era una figura ajena al sistema de trabajo de los periodistas que hacían poco caso a la famosa retroalimentación con los lectores, oyentes o televidentes. 

 Los tiempos han cambiado. Los periodistas, especialmente aquellos inmersos en las redes sociales, estamos expuestos a todo tipo de críticas. El rol ya no es solamente informar, sino también interactuar, argumentar y defender nuestras opiniones. Quizá en los próximos capítulos o temporadas de The Newsroom podamos ver un cambio en la forma de pensar de los personajes principales respecto al rol de los periodistas ─y del periodismo─ frente a los usuarios del Twitter y de las redes sociales en general. El reto del periodismo sigue siendo el cómo afrontar la pérdida de su verticalidad y cómo manejar la mayor horizontalidad que cada día tienen los llamados prosumidores de la información.



1 comentario:

  1. Creo que el mejor personaje de la serie the newsroom es Mackenzie McHale es una mujer fuerte y buena en su trabajo.

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